29.11.07

Ceniza en una ochava


Hay una esquina,
hay un platano,
hay ruido de autos,
pasa un flete y
ladra, aulla, un perro
mientras flota
la ceniza del cigarrillo
(de un transeunte)
en el aire atravesado
por un haz de luz caprichoso.

Todo ¿sucede/pasa? mientras
la ciudad murmura
en sus bares.

Cine mudo

El subtexto de
la cotideaneidad
es:
"no te veo,
no me importas"

Girondo ya escribió
sobre el NO y
yo ahora lo
envidio.

La calle es el puro
NO.

La cara en la ventana
el rostro polarizado
del sobrevividor que
con indice y pulgar
arma un círculo
perfecto como una
moneda.

No hay egoismo,
hay ceguera y
hostilidad.

Tras las ventanas
hay cine mudo.
Cine triste,
trágico y cómico.

20.11.07

Horizontes cuarteados

Ellos,
los invisibles.
Ellos,
sus voces,
las sombras de
los barrotes.
Ellos,
su odio.

(Nosotros,
su odio.)

Ellos,
el microcosmos,
gris, pérfido, (in)mundo.
Ellos,
el precipicio de los
límites.
Ellos,
su desconexión,
(nosotros).

Ellos,
la rabia,
por la diferencia.
Ellos,
el dolor,
los chivos, la explicación
del aburguesado.
Ellos,
nuestros corderos,
nuestra garantía cívica,
occidental y patética,
para el sueño.

Ellos,
el desgarro,
la visión del
averno.
Ellos,
la última estación
de la desesperanza.

Ellos y su odio
con razón.

(yo,
mi pretendida
inocencia.
yo,
la banalidad
del sufrimiento.
Yo.
el ludismo
desesperado.
Yo,
la corrección
la represa
imperturbable.
Yo,
mi funcionamiento
es el precio que
otros,
tan inocentes como yo,
pagan, sin explicación
"adentro".)

Ellos,
la 31 desde el Rulero.
Ellos,
la prohibida tracción
a sangre.
Ellos,
la convivencia con la
sombra.
El aprendizaje de la
plaza nocturna.

Ellos son,
la realidad de la
interperie.

Ellos,
atemporales,
des-engranados.
O no,
engranadísimos,
por el hijo de puta
mayor.
................
Ellos y yo,
los acreedores
de derechos tan
inciertos como
eufémicos.

Ellos y yo,
atravesados por
el sistema,
ellos y yo
y el improbable
nosotros.

Mi deseo

El sol oblicuo,
se dibuja en tu escote
que es dorado.
Espacio en el que
termina el mundo y
empieza tu desnudez.

Tu piel es a mis ojos,
el sueño, la sonrisa,
mis ganas de
inventarnos una
historia,
un secreto de
escaleras de
emergencia.

Tu estela,
es mi divagación,
mi primer y última
razón para pasarme un
día entero en la
institución.
Tu huella es mi placer
visual,
mi fantasía táctil.

Tu piel es a mí,
la demencia,
la incongruencia,
la causa y consequencia.

Esa leve curva
es perder el control,
dejar de medir,
el mundo,
tu piel es a mí,
el microcosmos.

Presa debería ir
la luz que ostenta
el genesis del placer,
de los ojos de un
mortal como yo.
Quién supiera dibujar,
tal naturaleza,
desearte es a mí,
la perdida del norte,
el fin de toda ética,
es no temer la
inconmensurable
cursilería
es a mí este deseo
el control del mio
devenir instantaneo:
que te deseo,
y te deseo.

No dejo de suponer
mis manos
y el erizo
indefectible de
la presencia
de mi deseo
en tu piel.

12.11.07

Espíritu de kyon

1
Que belleza soltar,
el libro bajo el brazo.
Los cordones del zapato,
Soltar las monedas en la mano.

Abandonar el kilaje de hojas
colgaje cenil de algo que
ya no sucede.
Enterrar los muertos.

Los cuerpos a la tierra,
y los espiritus al
viento.
Soltar las manos cual pinzas
que impedían la vida,
(temerosas de la arena a través
del vidrio soplado del
reloj simétrico.)

Que suceso magnífico
soltar los brazos y
descubrir la ausencia
de gravedad (en ambas dos
acepciones, si!)

Soltar con confianza y
ser libre.
Ser feliz y después
morir(se) un día ó
una noche, nada más.

2
Supongo que de
algún modo soy
Diógenes.
Ó al menos quiero creer,
que de aquel cane,
llevo un espiritu par,
o al menos...
(ser) solo una breve memoria,
difusa ensoñación
de aquel cínico voraz,
de un desatendido con
un mundo infertil.
Tan solo la desnudez
humana,
que conlleva el
desprecio ciego
de la sociedad
ciega.

6.11.07

Siesta


El sopor de las tres
de la tarde,
el aire cremoso
abraza el cuerpo
entregado al destino.




Sutil, etéreo.
Alado,
des-envuelto.
Ceder el
instante,
ser culpable
por placer
de la modorra.

4.11.07

La culpa de tu boca

Raro que hasta hace un rato
yo estaba solo
y no me acordaba del silencio
yo sumergido en él.

Ya ahora te miro
esa boca suspendida
y la mirada como en un sueño
al que no accedo.

Me extravío en tu
extravío.
Se multiplica la soledad
en ese instante privado
nuestro.

Vos callas mirando un mecanismo
invisible
Vos callas y
yo
te espío.

(Adónde te iras cuando nos dejamos,
cuando la montaña te esconde,
adónde te vas si no estamos
me imagino tus caminos y
me voy por los míos.
De la vida se o quizás
quiero saber,
que se mide en tiempo y
para nosotros por lo menos
lo tengo. Sosegado por
un extraño contacto. Me
gusta saber que no te tengo ni vos a mí,
¿me esfuerzo?
si es saber que somos accidentes
que se frecuentan, un instante
¿qué se puede planear mientras
se existe tan caoticamente?
Me resta creer que el espiral es
hacia arriba y ya
no temer un invento
de infierno improbable,
quien sería tan insensato
de querer castigarnos
a vos y a mí
creaturas sin norte ni sur
por encontrarnos)

1.11.07

Paseo humano

El vacio no tiene calma,
no tiene lenguaje.

Súbito el ente es arrojado,
atrincherase contra el sinsentido,
crea el lenguaje.

Abandonar la nada es
el vicio de mirar con los ojos,
despojo hostil del azar.

La duda:
el presente o
la condena.

los infimos riesgos,
pasos furtivos
hacia el utero de la historia.