28.9.07

Velos

No hay unidades para concebirlo todo.

Desprenderse, arrancarse, desterrarse es

elegir.

Caminar endurece los ojos,
el dolor es ya no entrar en el cuerpo,
mudar la piel
yendose.

Lo inevitable es preguntarse:

¿Todo esto fue cierto?

Se moldea la postura
encorvados marchamos
sin saber si esto es
la

ceguera.

26.9.07

Gisella

Me rayonea la sonrisa atestiguar
todo ese silencio.
Gisella vende accesorios de celular en la boca del
subte. Alem y Corrientes.
Se sienta sobre el zócalo del edificio del Ministerio.

La veo comer un arrocito -frío- dentro de un "taper".
Come despacio, mira la cuchara asegurandose que llegue siempre a su boca después del trayecto
aereo.
Mira cada cucharada, la estudia.
Ojos que son grises,
arroces.
(Tranquiiiila)
como dentro de un
cuarto hermético.

Cierra "taper"-guarda-abre apunte
Lee, ella. Y cada tanto levanta la cabeza para responder al pedido de algún
hombre/mujer que busca una "fundita para el Nokia", "¿Para el V3 tenés?"
Si, a veces no.

Argentina, el mercosur, el mundo,
sieguen retoriquísimos.
Gisella sigue teniendo mal de portación de jeta.
Cual correntino en guerra,
sin fal, sin capucha, sin borsegos.
Bracea vestida y la ropa
pesa, le impide
avanzar.
Se ahoga,
la patria retoriquea,
bombos, banderas,choripanes,
gaseosas.

Todo -todo- por veinte pe.
El pan de cada día che.

Miradas no la ven,
ojos ven materia inherte,
celulares,funditas, cargadores,
auriculares (pa zafar de la multita),
zapatillas, repasadores, relojes,
estampitas.

Gisella es una esa, ella, eso.
Eso es una cifra en un título del diario,
la cara de espanto en el desayuno del cafe
descomprometido.

gisella cuando lee mueve un poquito
los labios, leves anuncios.
Recita un conjuro,
se aisla y
no se mancha con los demás.

Gisella tiene el coraje de
la urgencia.

23.9.07

Pasaje

Me pregunto sí
me alcanzará esta vida.
Para aprender a llorar cuando,
lo necesite.

Para mirar a los ojos cuando
lo desee.

Si podré convertirme en el hombre
que quiero ser.

Me lloran tintas de los dedos y
me deshago de tanta intensidad
desaconsejada por un mundo
inconveniente y no puedo dejar
de llorar y tragar fracasos mis
más recientes y nuevas carreras
llenas de mí dolor y la
autoinducción de volar,
resetarme rajar, la tierra
donde crecí y saberme más
yo que nunca y al mismo
tiempo se me rajó toda el
alma toda,
ayudame por favor.

No sé como se ama,
me enseñaran?,
se puede aprender?,
la vida...
se puede aprender a crecer
a creer en mí, se puede
vivir
así?

Cómo se corre sin
escapar del dolor de ya no ser
¿quién fuí?

Cómo se absorbe lo mejor de
la propia mitología de qué
sirve sufrir, de sufrir -sufrir-
y si es LINDO el dolor
¿se és raro? Si lo que más se
aboga es por la daga y, la espada,
el haraquiri entonces no era
gran cosa.

Ameba, soy agua con sal,
viruses que me están devorando sin prisa pero sin pausa, corro la
carrera para desaparecer y
tal vez aparezca una
expresión que ya no esté
sujeta al dolor de saberme
efimero.

20.9.07

El vientito de la mañana

Me encanta caminar a la mañana y
rasgarme, hipocritamente, las vestiduras.
Con los pies que escapan de una frasada destrozada,
abajo de las recovas de una patria, de una idea,
qué pensar,
a través del filtro plástico,
moviendome por ochenta centavos me
entristezco,
lo justo y necesario,
me indigno.
Me siento tan cívico,
tan genial,
y voy olvidandome de lo que ví,
porque ya se asoma mi parada y
hoy seguro tengo algún trabajo o parcial,
algo de academia vio.
Entonces me bajo con el menton alineado con el suelo de baldosas sucias, llenas de polvo,
el límite de barracas es así.
Mucho ruido y humo,
y algo de irrefrenable reflexión por ver tan cerca el tranvía,
modernísimo y obsoleto.
Por pensar en los turistas y en el boom de la gastronomía chick,
y el edificio de azopardo colapsado por argentos bien sudacas que se relamen,
por ser patriotas o algo así.
Buenos Aires es pensar, pensar, pensar.
Y me encanta, porque no me hago cargo, solo pienso.

Entre mi sombra

Hago agua para toda respuesta.
A cada pregunta me tiembla,
el alma.
de dudas lleno va,
caminando los ojos empañados de un llanto que no me animo a
publicar.
y se camina -si, se camina- a
los tumbos se llega a casi
cualquier lado.
pero eso, a decir verdad,
chupa un huevo
y medio kilo de palta en temporada.

Me estremece una verdad que se agolpa en la ventana,
tan delgada,
tan frágil,
tan femenina,
tan: ¡Ayudame!

Lo más probable es que yo no sea siquiera
la sombra.
Del deseo me queda
el deseo.
Resultados:
ojos rojos,
carne sangando,
garganta fría y seca.

Es tremendo ser la sombra
de mi deseo de sombra.

16.9.07

A las alas hay que llevarlas

Me sumergo en espectativas
me empapo.
Me retrotraigo, escondido, reptil.
me contengo.
Me abstengo.

Tengo sueños
eróticos.
Con mujeres que
abandoné.
Los sábados me
lo
recrimino.
Domingos de puro óxido.

Me averguenzo,
apenome.
Almuerzo.

Me apago y espero,
sea retroactivo.

Voy cautivo. En secreto.

Me detengo pero no para
( )
caer.

Para escapar lo mejor es
no mirar, ni aceptar.

Para crecer hay que llorar con
las uñas (ssssssstttttttttrrrrrrrr)
Nada se consigue con cuero cabelludo.

Las palmas quemadas por la soga,
ardor de infancia.
Flota la más temida respuesta:
´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´
Es dificil,
la vida.

Patinando por un sueño

Los años se transforman en más años y yo ya ni camino. Voy patinando inconciente, de a ratos y siempre -siempre- una explosión denuncia. Un brote virulento se estira y cubre mi piel toda. Derrepente quierome arañar la mirada con uñas de estaño hiriviente y paso en circulos perdidos en alguna antena de retransmisión de sueños a la medida del idiota cotidiano. Voy patinando por un sueño. Sueño ajeno. Mirada, certeza, falsa. Extraviada la pobre, la quiero advertir con ganas y así arrancar esa oscuridad de lima en los ojos que lloran sin que YO lo sepa.
Es la anestecia, la cadena, la cámara externa que quiereme cortajear el coraje y yo voy navegante -más bien naufrago- rodando. Robando(me) mi propio cacho de tiempo de algún arbitrario reloj que supo ser suizo y mecánico y ahora seguro es norteamericano, digital y ensamblado en el sudeste asiático y devenga quizás en chino dentro de cinco años (medida dada por sí misma). Igual qué importa eso del Estado Nación del siglo XVI. Un invento.

Me mintieron,
me llenaron de eso y
ahora me abandonan.

y yo: que pena.
y yo: qué hago?

y a vos: cómo te encuentro?
y a vos: cómo te trato?

y yo: de dónde se saca el coraje?

y vos: tan liviana, tan certeza.

y yo: te quiero mucho, sabías?

12.9.07

Ser

hay un guiso tibio y caótico que se agita leve y permanentemente.
Soy yo

La etica del culo

Por los estratégicos parlantes fluye rasposa la voz del profesor que habla del devenir histórico de la concepción de lo público y lo privado. En el pizzarón (tan escolar) se leen tres palabras atravesadas por líneas ininteligibles: pre moderno-moderno-actual.

-¿Qué es lo realmente importante de todo esto?- dispara en tono entre sapiente y orgulloso. Con un dejo de seducción.
En ese momento pienso que el café que estoy tomando sería importante si no estuviese tan espantosamente amargo, casi agrio.

Andreita se escapaba, inescrupulosa, de la clase ante la mirada de reptil de sangre fría del pelado doctor en comunicación. (Clara imitación rioplatense de M. Foucault)

"¿Lo importante?"; rebota entre mi lóbulo frontal y la nuca, no puede huir encerrada en la corteza.

Por el cristal rectangular y vertical de la puerta de madera liviana pero lustarada yo miraba alejarse como a un exhuberante transatlántico el culo de Andrea empotrado en esas dos piernitas finitas (seguramente suaves y tibias). "Que delicia chuparselo todo", pensé. Estalla una sinópsis asociativa: "Eso es importante, conquistar el culito que uno más desea".

10.9.07

NADA

Marea alta de tensión,
Explotar o no.
Dudas imperceptibles tejen el boicot.

Intensidad hasta,
el exceso.

Sumido en angustia me debilito
haciendo fuerza obsoleta.

Siempre aplausos (¿culpas?) al final,
que no quieren decir
NADA.

Vuelvo al cuarto oscuro y
NADA.

A la pajarita

Me descoses porque sos pájaro