Las rompientes

Veo agua, sal
que se mete en mis pupilas
nublado todo, perdido
no hay costa.
Me tapa una ola.
Me tapa.
Revuelca-me
No sé ahora si nado
hacia la superficie
o hacia el fondo.
No hay tiempo para
el frio ni el cansancio.
Me corroe la des-esperanza
del ahogo.
Se me llena de agua
el pulmón.
Puedo estar muriendo.
¿Puedo?

Un instante de claridad

recuerdo

el instante de partir en
mi travesía

al mar.

Mar enorme que
precisé subestimar
para lanzarme a tal empresa.

Recuerdo mi infancia.
La frustración del oleaje
Ahora lucho por mantenerme
vivo
un poco más.

Tengo que pasar esta rompiente
continuar braceando

Ahora soy un todo y nada
un ciudadano de la nada

Aparecen calambres, ahogos
Aparece el temor, el techo
Se diluye el optimismo y la fuerza
en tanto mar
Solo queda el recuerdo
de aquella anterior convicción
Solo queda creer,
bracear y vivir o
morir en
el intento.