12.9.07

La etica del culo

Por los estratégicos parlantes fluye rasposa la voz del profesor que habla del devenir histórico de la concepción de lo público y lo privado. En el pizzarón (tan escolar) se leen tres palabras atravesadas por líneas ininteligibles: pre moderno-moderno-actual.

-¿Qué es lo realmente importante de todo esto?- dispara en tono entre sapiente y orgulloso. Con un dejo de seducción.
En ese momento pienso que el café que estoy tomando sería importante si no estuviese tan espantosamente amargo, casi agrio.

Andreita se escapaba, inescrupulosa, de la clase ante la mirada de reptil de sangre fría del pelado doctor en comunicación. (Clara imitación rioplatense de M. Foucault)

"¿Lo importante?"; rebota entre mi lóbulo frontal y la nuca, no puede huir encerrada en la corteza.

Por el cristal rectangular y vertical de la puerta de madera liviana pero lustarada yo miraba alejarse como a un exhuberante transatlántico el culo de Andrea empotrado en esas dos piernitas finitas (seguramente suaves y tibias). "Que delicia chuparselo todo", pensé. Estalla una sinópsis asociativa: "Eso es importante, conquistar el culito que uno más desea".

1 comentario:

Anónimo dijo...

entendido, muy bueno.