Hago agua para toda respuesta.
A cada pregunta me tiembla,
el alma.
de dudas lleno va,
caminando los ojos empañados de un llanto que no me animo a
publicar.
y se camina -si, se camina- a
los tumbos se llega a casi
cualquier lado.
pero eso, a decir verdad,
chupa un huevo
y medio kilo de palta en temporada.
Me estremece una verdad que se agolpa en la ventana,
tan delgada,
tan frágil,
tan femenina,
tan: ¡Ayudame!
Lo más probable es que yo no sea siquiera
la sombra.
Del deseo me queda
el deseo.
Resultados:
ojos rojos,
carne sangando,
garganta fría y seca.
Es tremendo ser la sombra
de mi deseo de sombra.
20.9.07
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