De la infidelidad
adoro el infame
puñal en la espalda.
Las manos furtivas
buscando paz
en un cuerpo ajeno.
La taquicardia, el
riesgo.
Adoro la piel
que huele a otro,
la certeza de
hacer lo
prohibido.
Eso,
sin duda,
me calienta.
Esos pasillos,
baños, esas
puertas, penumbras,
que todo saben y
conciben los secretos
más perversos,
eso me calienta.
La infidelidad,
me temo,
me calienta.
1.12.07
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1 comentario:
estas dulces metaforas son tuyas? ¡me encantan! besote
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